Ante esta situación, el secretario de Seguridad, Mauricio Andersen, brindó detalles sobre cómo operan estos engaños y qué medidas tomar para prevenirlos.
En la mayoría de los casos, las personas estafadas o contactadas son personas adultas mayores. Los delincuentes se hacen pasar por instituciones u organismos a los que las y los vecinos acceden habitualmente, como el PAMI, ANSES o bancos, para obtener datos personales y bancarios.
Al respecto, Andersen advirtió:“Queremos dejar en claro que ni los bancos, ni ANSES, ni ninguna institución oficial se comunica telefónicamente para pedir datos personales, contraseñas, números de cuentas o tarjetas. Mucho menos van a enviar a alguien a su domicilio, como ha ocurrido en algunas denuncias. A los más jóvenes les pedimos que acompañen y difundan esta información entre sus padres, madres y abuelos para evitar que sean víctimas de este tipo de delitos.”
Otra modalidad frecuente consiste en hacerse pasar por un familiar que estaría atravesando una emergencia o accidente. Ante el impacto emocional del llamado, muchas veces las víctimas no logran reconocer la voz y terminan brindando datos sensibles.
“En estos casos, lo primero que debe hacer es cortar la llamada. Si se tratara de una emergencia real, lo volverán a contactar. Es fundamental que denuncien este tipo de situaciones para que podamos actuar”, señaló Andersen.